Hierbas para el Yoga. Hatha yoga.

Los practicantes de yoga deben tener un termo de jengibre caliente o té tulsi para tomar durante el día para estimular los Agnis tanto del cuerpo como de la mente.

Honrar las plantas, los árboles, las hierbas y las flores en el jardín, en la naturaleza o en las habitaciones de la puja y del templo es parte de este enfoque herbáceo védico más amplio.

Hierbas para Hatha Yoga, Asana y Pranayama

Todas las hierbas curativas tienen un uso potencial en la práctica del yoga. Aquí nos centraremos en los tipos más importantes, que son aquellos que ayudan en la práctica de asanas y pueden beneficiar al pranayama.

Hierbas para aumentar la flexibilidad, promover la circulación y estimular el movimiento de la energía. Dichas hierbas ayudan en el desempeño adecuado de las asanas al mejorar la función y la coordinación musculoesquelética. Por lo general, se clasifican como agentes antirreumáticos o antiartríticos. Son principalmente hierbas para el hatha yoga.

Hierbas ayurvédicas típicas: guggul, shallaki, prasarani, mirra, nirgundi, cúrcuma, azafrán, canela, jengibre, dashamula (fórmula ayurvédica).

Estos generalmente se toman con miel y agua tibia. Además del uso de hierbas individuales, hay muchas fórmulas ayurvédicas como Yogaraj Guggul y otro tipo de fórmulas basadas en guggul que son útiles aquí. Estas hierbas funcionan bien con terapias de sudoración y saunas y con aromáticos como tulsi, menta o eucalipto. Funcionan mejor si se complementan con un masaje con aceite, particularmente con fórmulas medicinales de aceite de sésamo como Karpuradi tailam, Mahanarayan, Chandanadi, Balashwagandha o Dhanvantaram.

Hierbas para aumentar la energía física y la vitalidad. Estos fortalecen ojas, nuestra energía vital primaria, y a través de ella promueven el soma, el néctar de la mente, que es la forma superior de ojas o nuestra esencia vital. Suelen ser agentes tónicos y rejuvenecedores, con fuertes propiedades nutritivas, que fortalecen también el sistema reproductivo. Desarrollan resistencia y resistencia, proporcionando estabilidad en posturas de yoga y pranayama.

Hierbas típicas: ashwagandha, amalaki, shatavari, bala, shilajit vidari, ginseng, dioscorea, kapikacchu, semillas de loto, tallo de loto, makhana.

Estas hierbas generalmente se toman con leche tibia, azúcar cruda, manteca y otros elementos nutritivos para aumentar sus poderes de fortalecimiento. Combinan bien con miel cruda (sin calentar), especialmente si es fresca (menos de seis meses). Se toman mejor junto con una dieta vegetariana nutritiva (como la dieta anti-vata). Se les debe agregar algunas especias, como el jengibre y la canela, para ayudar en su digestión, ya que tienden a ser pesadas en propiedades. Su uso óptimo es a través de dulces y gelatinas ayurvédicos especiales como Chyavan Prash, Brahma Rasayana o Agastya Rasayana. Se pueden usar como aceites de masaje externamente como con Balashwagandha tailam o Kshirabala, que se pueden usar en la cabeza y la espalda.