Tarot y Yoga

El tarot y el yoga se pueden entrelazar a la perfección y convertirse en una poderosa fuerza de transformación y evolución.

1. Intuición y respuestas

El tarot y el yoga son prácticas que tranquilizan la mente. Los tarotistas se centran en sí mismos para poder concentrarse en los mensajes que llegan a través de las cartas, mientras que los yoguis se concentran en su respiración y llevan su conciencia hacia adentro. Ambas actividades nos llevan a un estado de escucha superior, lo que nos ayuda a convertirnos en observadores activos de nuestra experiencia actual. Hacerlo permite que la intuición florezca a medida que nos volvemos expertos en encontrar respuestas a las preguntas más grandes, pequeñas e interesantes de la vida.

2. Estructura sublime

El tarot contiene una intrincada estructura interna, al igual que los delicados huesos del esqueleto humano. Cada uno de nosotros está formado por las mismas partes esenciales del cuerpo, desde la sangre hasta el vientre, pero quiénes somos, la firma de nuestra alma, la forma en que habitamos nuestro cuerpo, es tan único como los copos de nieve en una tormenta. La individualidad adorna nuestros robustos esqueletos, músculos flexibles y órganos internos blandos. No hay dos personas que se muevan exactamente de la misma manera; incluso los gemelos idénticos son diferentes. La estructura del Tarot está tan bien organizada y es tan simple que una multitud de sistemas y temas espirituales se pueden colocar encima y aún así tienen perfecto sentido. La estructura del yoga proviene de sus posturas, que encarnan energías arquetípicas, al igual que el tarot.

3. Arquetipo y asana

Las asanas de yoga imitan los arquetipos de animales (como Down Dog) y objetos (como la postura del barco). Podemos sostener una asana mientras respiramos y meditamos sobre las lecciones de la pose, al igual que podemos contemplar una carta del tarot. Colocar una pose de yoga con cada carta arcana mayor ofrece al lector de tarot la oportunidad de experimentar y encarnar el arquetipo de una manera nueva.

 Los lectores que están acostumbrados a ingresar las cartas a través de la meditación guiada o el juego de roles en un aula o taller encontrarán una nueva forma de encarnar las cartas a través de posturas de yoga. Combinar asanas con las mayores y recordar los arquetipos principales mientras estamos dentro de las posturas puede ayudarnos a encarnar las lecciones eternas del arquetipo. También fusiona el arquetipo con los chakras, la respiración y el movimiento, llenándolos a ellos ya usted mismo con la energía de la fuerza vital universal.

4. Espacio sagrado

Tanto el tarot como el yoga permiten al practicante crear un espacio sagrado en medio del ruido y las distracciones de la vida cotidiana. Las prácticas a menudo (pero no siempre) implican el uso de objetos sagrados, como incienso, velas y un espacio dedicado. Un tarotista aclara y calma la mente mientras roba cartas; un yogui se calma y se concentra en la respiración para aquietar la mente al comienzo de su práctica.

5. Flujo

Tanto el tarot como el yoga reflejan la vida como un estado de flujo constante. En yoga, pasamos de una pose a la siguiente, mientras que en el tarot, las cartas se mueven en secuencia numérica, las menores desde el As hasta el 10 y viceversa. Las mayores van de cero (Loco) a 22 (el Mundial) y viceversa.

6. Evolución personal

El tarot y el yoga son prácticas o caminos que ayudan al alma en su desenvolvimiento. Cada uno nos empuja hacia adelante de formas inesperadas, desatando posibilidades que apenas podemos imaginar.